Hombres con Historia
Guillermo Villouta Maillard (1941 - 2018)
Nace en la isla de Chiloé, en la comuna de Ancud el 4 de agosto de 1941. Curso sus estudios en el colegio San Ignacio de Alameda, luego su paso en el Instituto Nacional y terminando Ingeniería Química posteriormente en la U. de Chile.
El 13 de octubre de 1961 ingresa a la Quinta Compañía de Bomberos de Santiago en donde comienza su estrecha relación con el número Cinco, el color verde y las nobles tradiciones y costumbres de la verde Arturo Prat. Respetando con suma rigurosidad el Trabajo y Disciplina que conlleva ser un Quintino y que con el carácter celoso que lo destacó por más de 55 años de servicio en el Cuerpo de Bomberos de Santiago.
Ejerció cargos en la Compañía de; Ayudante, Maquinista, Teniente 1º, Capitán y Consejero de Disciplina. En la Comandancia, 3er. y 2do. Comandante, este último en dos ocasiones.
Guillermo no solo se destacó por sus forma de ver con disciplina el desempeño bomberil, en lo correcto y riguroso de sus formas y fondos, sino aún más por su amabilidad, simpatía y cercanía con sus pares, con personal rentado, abrazándolo en él a un amigo respetado y muy querido a la vez que traspasaba generaciones en esa escuela del dejar huella en las tradiciones, costumbres e Historia bomberil. Esta última fue su pasión y determinación en construir gran parte de la historia de los bomberos de Chile, y en las anécdotas que entre libros y actas rescataba entretenidas perspectivas perdidas para ser contadas al detalle y encontrándolas para las nuevas generaciones que nunca dejaron de admirar a Guillermo en como las contaba, incluso a los más antiguos próceres que se peleaban sentarse con Guillermo al contar las historias pasadas, que hacían reír o impresionar a esas cosas que el tiempo olvida pero que se reencuentran nuevamente para ser valiosas entre nuestros recuerdos e humildes inicios fundacionales.
En definitiva, describir a Guillermo Villouta es injusto en esta pequeña reseña pues en sus 55 años de servicio, entre su voz de mando, respeto de autoridad, ética y una disciplina rigurosa lo hacían también tremendamente querido, recordado y admirado por su corazón a los bomberos y más aún por su amada Quinta, de sangre verde oscura gritando siempre a todo pulmón ¡FIRME LA QUINTA!